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Técnicas
Casa Productiva Mérida: Un modelo de autosuficiencia urbana
Metodología
La Casa Productiva Mérida fue diseñada bajo principios de integración de sistemas. Cada módulo se complementa con el siguiente, creando un ciclo cerrado:
Agricultura Urbana: Se instalaron jardineras y camas de cultivo para sembrar hortalizas y especias, aprovechando la luz solar y utilizando abono generado en la composta.
Composta y Lombricomposta: Los residuos orgánicos de las gallinas, restos vegetales y desechos domésticos son convertidos en abono rico en nutrientes que alimenta las plantas.
Meliponicultura: Una colmena de abejas meliponas produce miel medicinal que también actúa como polinizador de las plantas.
Fruticultura: Se trasplantaron árboles frutales (limón, naranja, maguey), que crecen alimentados por compost y agua rica en nutrientes del estanque.
Avicultura: El gallinero proporciona huevos frescos, mientras los desechos sólidos se transforman en abono.
Acuacultura: Un estanque con carpas y plantas acuáticas genera agua rica en nutrientes que sirve para regar las plantas, formando un ciclo de recirculación de agua y nutrientes.
Paneles Solares: El sistema solar instalado abastece de energía a la casa, reduciendo la dependencia de la red eléctrica y fomentando el autoconsumo energético.
7 de octubre de 2024
8 de febrero de 2024
Fecha de inicio:
Fecha de finalización:
Área:
Granja en Casa
Gustavo Monforte
La Casa Productiva Mérida es un modelo integral de producción doméstica de alimentos y energía sostenible, donde todo lo que se genera se aprovecha. Inspirada en la autosuficiencia y la permacultura, este proyecto transforma una vivienda tradicional en un ecosistema productivo, demostrando cómo es posible generar alimentos y energía en casa sin depender de recursos externos. A través de módulos que abarcan agricultura urbana, composta, meliponicultura, fruticultura, avicultura, acuacultura y paneles solares, este proyecto busca maximizar la productividad mientras se minimiza el impacto ambiental, fomentando prácticas sostenibles y saludables.
Introducción
Fotos y videos del proceso
Resultados
La Casa Productiva Mérida ha logrado:
Producir suficiente alimento fresco para el consumo diario de la familia, incluyendo hortalizas, frutas, huevos y miel.
Reducir el uso de agua potable mediante la recirculación de agua del estanque acuático para riego.
Generar energía limpia a través de paneles solares, disminuyendo significativamente el costo de electricidad.
Reciclar el 100% de los residuos orgánicos domésticos, transformándolos en abono y cerrando el ciclo de desechos.
Mejorar la salud familiar al consumir alimentos orgánicos y frescos sin químicos.
Fomentar prácticas sostenibles que pueden replicarse fácilmente en otras viviendas, adaptándose a diferentes entornos urbanos.
Problemática
El modelo tradicional de consumo doméstico en zonas urbanas tiende a generar grandes cantidades de residuos y demanda significativa de recursos como agua y electricidad. Las familias dependen de alimentos procesados que contienen pesticidas, químicos, y suelen tener un alto costo ambiental. Además, muchas casas no aprovechan sus propios espacios para producir alimentos frescos ni para reciclar desechos. En un contexto de cambios climáticos y crisis de recursos, es urgente adoptar modelos que reduzcan esta dependencia y generen beneficios económicos y ecológicos.
Experiencia
La experiencia de implementar la Casa Productiva Mérida ha sido transformadora para la familia involucrada. No solo se ha logrado crear un espacio productivo, sino que las actividades de agricultura urbana, compostaje y cuidado de animales se han convertido en actividades familiares que fomentan el trabajo en equipo y la enseñanza de valores sostenibles a las nuevas generaciones. Cada miembro de la familia tiene un rol en el mantenimiento de los módulos, aprendiendo sobre el ciclo de la naturaleza y la importancia de la autosuficiencia.
Los beneficios también se reflejan en la salud familiar. Al consumir alimentos frescos, sin pesticidas ni productos químicos, la familia ha experimentado mejoras en su bienestar general. Además, los procesos de reciclaje de agua y nutrientes han permitido un manejo eficiente de recursos que no solo es beneficioso para el entorno, sino también económicamente viable.